La derogación del decreto de 39 empleados que instrumentó Ariel Rivero seis meses antes de abandonar el municipio de Quilino, tuvo dos comunicado: uno oficial que fue emitido por la Municipalidad donde explica detalladamente los vicios de nulidad que tiene el instrumento legal, y otro político comunicado por la UCR de Quilino y Villa Quilino. 

 

En este último que tiene perfil partidario, describen la situación como una persecución política a los que piensan distinto.