La antesala de una elección en el país que tiene a la provincia de Córdoba como una de las principales protagonistas, vuelve a ser objeto de una promesa de gran envergadura en la ciudad de Deán Funes.

 

Colocados en esa situación, los habitantes vivieron un “deja vu” el pasado viernes 5 de mayo en la explanada del hospital Ernesto Romagosa, cuando otra gestión de Juan Schiaretti volvió reanudar un compromiso sensible de antaño con el centro de salud regional. Es que nadie omite que en el año 2007 con una campaña ajustada en las encuestas y sin apoyo en la ciudad del intendente, Alejandro Teijeiro;  Schiaretti prometió la construcción de un nuevo hospital de mediana complejidad que nunca llegó porque no hacía falta, según explicó cuando puso la cara en su campaña a Diputado Nacional en el año 2013.

 

Para estas elecciones, la ofrenda en la alocución del ministro de salud Francisco Fortuna es menor; y se trata de la remodelación en la infraestructura del edificio que apenas permitirá mejorar los servicios que ya presta, pero que no va a incrementar como se esperaba el escaso número de camas en las salas de internación, ni va sofisticar su tecnología. 

 

El presupuesto en bruto expresado de modo exacerbado desde un palco rodeado de aplaudidores gana la opinión en los medios de comunicación regionales, pero la sociedad se manifiesta con desconfianza y teme que ese derecho básico y esencial de tener una salud pública óptima, sea una nueva falacia de tiempos electorales.