La difícil situación económica que atraviesa el país y el aumento palpable de la pobreza que penetró mucho más en el norte de Córdoba, se volvió un panorama engorroso para intendentes y jefes comunales tienen que sostener una realidad inadmisible que pesa demasiado a la hora de gobernar en tiempos de necesidad.

 

En ese complicado escenario social, un 57% de los deanfuneses aprobaría la gestión del intendente Raúl Figueroa, un 24% la considera mala y el restante 19% regular.

 

Los números que trascendieron la semana pasada se desprendieron de una encuesta telefónica encargada por un espacio político de peso que participará de las elecciones legislativas de este año, y que tiene un interés apremiante por medir como se encuentran sus principales aliados y referentes. 

 

Otros datos importantes que fueron divulgados en ese despacho de la capital cordobesa, es que la mayoría de los sondeados no vincula la gestión de Figueroa a la corrupción y observa sus acciones como un referente de la fuerza, implícitamente mucho más que los propios representantes del partido.

 

Según comentó a este medio un allegado al este sector, los resultados que emergieron del trabajo científico fueron propicios y utilizados para pronunciar grandes anuncios en un terreno sensible de la ciudad que alguna vez fue objeto de promesas incumplidas. 

 

En conclusión, para este espacio político “La Perla del Norte” se ubica en el interior provincial como uno de los bastiones descollantes de la fuerza y lo demuestran las obras en ejecución.