Con el hermetismo que predomina en el equipo de gabinete que dirige Raúl Figueroa, es difícil obtener un dato o alguna maniobra política que se vaya a implementar.

 

A esta altura y luego de casi más de 6 años de gobierno, está más que claro que “Tito” Figueroa se expresa con gestos que hay que saber descifrar y no con palabras. 

 

A más de un año de haber asumido su último mandato, elevó sorpresivamente de categoría a Andrea Nievas, de empleada a Secretaria, una trabajadora municipal de planta permanente y de buena imagen social, según las encuestas realizadas para esa época. 

 

Aunque personalmente ha desestimado tener aspiraciones políticas, su nombre siempre fue alternativa y ese movimiento del Intendente direccionó todas las miradas hacia su persona. 

 

Esta semana en la supervisión de los trabajos de otro parque saludable que construye el municipio a la vera de la Ruta 60, Figueroa llevó en un brazo a la presidenta de la Concejo Deliberante a cargo de la Intendencia, Verónica Tomalino, y en el otro a Jorge Arce, su secretario más político, para posar en la fotografía e informar a la sociedad del comienzo de la obra. 

 

La imagen tiene una carga política importante, ya que Tomalino y Arce también están dentro del catálogo de los posibles sucesores de Figueroa para el 2023, siempre y cuando la provincia no reforme la Ley Electoral Provincial y agregue un mandato más para Municipalidad y Comunas, un rumor que corre como creciente de río desde hace un tiempo. 

 

La fotografía quizás pasó desapercibida para muchos espectadores, pero para los que seguimos las acciones implícitas del Intendente no fue casual y puede tener el propósito de comenzar a mostrar las piezas de su tablero personal. 

 

La incomodidad del acuerdo

 

Ahora lo que Figueroa no puede disimular es la incomodidad que le producen las palabras acuerdo o ceder, una sugerencia que nadie le hizo pero que suena desde el 2019 y según allegados, aún no lo desvela ocupar una banca de Legislador. 

 

Aparentemente, el hombre vecinalista, de corazón radical pero con buena relación en el PJ Cordobés, tiene bien en claro que ninguna de sus figuras están posicionadas como líderes y para no entregar la administración municipal deberá conformar una estrategia horizontal, es decir, formular una propuesta de equipo y no de un hombre o una mujer, aunque es definitivamente es a quién el pueblo terminará eligiendo o no.