El uso del microondas para recalentar la comida que suele sobrar del almuerzo o la cena es acaso una de las costumbres domésticas y cotidianas más habituales en la mayoría de los hogares. Incluso los empleados que se llevan su vianda al trabajo o los alumnos que comen en el colegio se valen de este electrodoméstico para calentar alimentos. Sin embargo, en algunos casos puntuales, este hábito puede implicar riesgos para la salud.

Los especialistas en seguridad alimentaria recomiendan recalentar la comida sólo una vez, y hacerlo de la manera correcta. También advierten que ciertos alimentos no deben volver a entibiarse en el microondas, aún poniendo en práctica los cuidados bromatológicos.

La Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido (FSA) y la Agencia de Seguridad Alimentaria de Estados Unidos determinaron una lista de comidas que pueden ser más tóxicas y peligrosas si se recalientan en el microondas. Estos son los cinco más habituales que los argentinos consumen.

Arroz. Si el arroz se deja reposar a temperatura ambiente, las esporas se multiplican y pueden producir toxinas que causan vómitos o diarrea, y al recalentar el arroz, no se liberará de esos venenos.

Pollo. Los microondas que no giran, no calientan de manera uniforme. Eso contribuye a que la carne se contamine, debido a que las zonas que ya se calentaron son propensas a la multiplicación de bacterias. Además, al tener una mayor densidad de proteínas, cuando se recalienta las proteínas se descomponen de manera diferente y pueden alterar el estómago.

Papas. Si no se cocinan bien, o se dejan fuera de la heladera mucho tiempo, las partes verdosas pueden provocar problemas gastrointestinales. Son sustancias que se encuentran en el tubérculo y la planta.

Huevos. Es un alimento muy delicado, por lo que no puede estar al aire libre ni tampoco demasiado caliente porque se incrementa el número de bacterias. Lo ideal es comerlo apenas cocinado, de la forma que sea.

Leche y leche materna. Si la leche se recalienta en el microondas, pierde casi la mitad de sus nutrientes y elimina por completo la vitamina B12. En tanto, calentar leche materna en este electrodoméstico reduce sus propiedades inmunológicas y los gérmenes se reproducen más.

Para tener en cuenta

• Con cualquier método de calentamiento, los alimentos siempre pierden un poco de sus propiedades nutricionales.
• Recalentar bien los alimentos cocinados es la mejor medida de protección contra los microbios que puedan haber proliferado durante el almacenamiento.
• A su vez, almacenar correctamente los alimentos retrasa la proliferación bacteriana pero no destruye los gérmenes.
• Un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70° C.
• Al calentar en el microondas, sacar el alimento, revolverlo y volver a meter en el aparato para que se caliente por encima de los 70º C por toda partes.
• Tener especial cuidado con comidas que puede ser peligroso recalentar: carne cocida, salsas con leche o crema, pescados y mariscos, arroz y pasta.
• Las bacterias contenidas en los alimentos sobreviven mucho más fácilmente en un microondas.