Un allanamiento realizado en la tarde de ayer en Deán Funes, en el marco de una denuncia por violencia familiar, culminó con el secuestro de un teléfono celular. El operativo, ordenado por la Justicia, busca esclarecer los hechos denunciados entre una expareja.

La medida fue llevada a cabo por personal de la Unidad Judicial (UJ), con la colaboración de efectivos del Comando de Acción Preventiva (CAP). La denuncia, que también incluye amenazas, se encuentra bajo investigación.

Por el momento, no hay detenidos en la causa, que quedó a disposición de la Fiscalía de Instrucción de la Novena Circunscripción Judicial.