Miguel Quintana además de ser un referente del vóley, un empresario de la construcción y creador de la Fundación María Lucía Volando Alto, es colaborador de este proyecto internacional que trae esperanza a niños con discapacidades que no pueden acceder a una silla de ruedas. 

 

“Wheelchairs of Hope” (Sillas de rueda de Esperanza), es una iniciativa de un cordobés que reside en Israel, Pablo Kaplan, que emprendió este proyecto humanitario con la particularidad que las sillas sean de bajo costo y de material de plástico.

 

En la actualidad, muchos niños con discapacidad no asisten al colegio ante las dificultades que tienen para moverse, un problema que somete al analfabetismo en las poblaciones más vulnerables.

 

Lo llamativo de las sillas de ruedas infantiles es que son de colores atractivos, ya que se fabrican en verde, azul y rojo.

 

Este proyecto internacional que ya está presente en países como Vietnam, Chile, Perú, Sudáfrica, Israel, Palestina, Etiopía, Kuwait, Jordania, Camerún, Taklkistan, Swasilandia, Panamá y Colombia, desembarcó este año en la Argentina a través de la Fundación Garrahan y la Agencia Nacional de Discapacidad.

 

La esperanza, la movilidad e independencia que le dan estas sillas a niños que de otra forma no tendrían acceso a la escuela o a la vida comunitaria, se ven reflejado en este proyecto que llegó a la provincia de Córdoba.

 

De esta manera los padres de los niños que tengan entre 5 y 9 años y pesen hasta 43 kilos, podrán ponerse en contacto con Miguel Quintana y solicitarla y seguir una serie de pasos.

 

Contacto telefónico: 3521 43 42 38

 

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