A Córdoba le llevó sólo 15 días pasar de mil a dos mil casos de Covid-19

Duplicó la cifra de infectados en una quincena y llegó a una tasa de incidencia de 13,3 casos cada 100 mil habitantes. Para los expertos, pudo ser peor. Y apuntan al compromiso social y al rastreo para frenar brotes.

Provinciales 30/07/2020

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Córdoba superó ayer los dos mil casos de Covid-19. Pero el dato que más sorprende es la velocidad con que han aumentado los infectados en los últimos días. La provincia pasó la barrera de los mil casos el 14 de julio y sólo bastaron 15 días para duplicar esa cifra.
 
Sólo como ejercicio matemático: entre los 100 casos (contados el 22 de marzo) y los 200 (al 10 de abril) transcurrieron 19 días; y entre los 500 casos (17 de junio) y los mil (del 14 de julio) pasaron 27 días.
 
Durante julio, Córdoba está transcurriendo un momento caliente de la pandemia. En la semana del 29 de junio al 5 de julio se notificaron sólo 65 casos. Ese es el piso de nuevos infectados que se informa ahora diariamente. Pero hubo días de 99 esta semana.
 
Todos los indicadores sobre la velocidad de contagio están en rojo. Tanto, que las autoridades y expertos comienzan a mirar de reojo otras variables más sensibles como la ocupación de camas de terapia intensiva.
 
Indicadores
 
El tiempo de duplicación de casos pasó de 41,7 días a fines de junio a 14,9 días esta última semana. Este indicador estima la cantidad de días que deben pasar para que se dupliquen los casos acumulados en ese momento. Mientras más bajo es el valor, peor es la situación epidemiológica.
 
La tasa de incidencia también muestra un cambio rotundo en los últimos 30 días. Es el número de casos nuevos dentro de un período, como una proporción del número de personas en riesgo. Se calcula cada 100 mil habitantes.
 
A fines de junio esa tasa era de dos casos nuevos por semana, cada 100 mil habitantes. Pero esta semana trepó a 13,3 y siempre fue en ascenso.
 
“Una tasa de incidencia decreciente es evidencia de que la transmisión del virus se ha ralentizado, es decir, la curva de infección se está aplanando”, dice la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
Preocupación
 
“Es una situación que necesita atención. No es para relajarse. La gente debe cumplir con cuatro medidas: mascarilla, distanciamiento físico, no hacer actividades en aglomeraciones y no salir de casa si se siente enfermo. Cumpliendo eso, se podría controlar el virus”, explica Roberto Chuit, epidemiólogo que asesora al Gobierno de Córdoba.
 
Rodrigo Quiroga, experto en bioinformática en el Instituto de Investigaciones en Físico-Química de Córdoba (Infiqc), asegura que la situación epidemiológica en la provincia cambió drásticamente a partir del 1º de julio, cuando se dispuso el nuevo esquema de distanciamiento social. “Este aumento está vinculado a la apertura y flexibilización”, asegura.
 
Quiroga cree que Córdoba hizo un muy buen rastreo y aislamiento de contactos estrechos para frenar los brotes. Por eso el gráfico de casos muestra subidas y bajadas.
 
“Pero julio es otra situación porque los brotes han sido más numerosos y ha costado mucho más controlarlos. Eso se ve como una tendencia muy empinada de crecimiento de casos en las últimas semanas”, dice.
 
Hugo Pizzi, experto en Salud Pública y docente de la Universidad Nacional de Córdoba, analiza el panorama en perspectiva y rescata las decisiones tomadas hasta ahora: “La cuarentena nos salvó. Eso está claro con sólo mirar la cantidad de fallecidos que hay en otros países de la región”, asegura. Y opina que sirvió para “mejorar notablemente” la infraestructura hospitalaria y para aprender cómo tratar una enfermedad nueva. Pizzi observa que además de evitar un aluvión de hospitalizados, la cuarentena también disminuirá la cantidad de personas con secuelas que deja el Covid-19.
 
“Córdoba está trabajando muy bien en materia epidemiológica. Cerca del 80 por ciento de los brotes han sido imprudencias y negligencias de la gente que se reúne o que no usa barbijo”, apunta.
 
Cómo seguir
 
Chuit cree que se deben seguir realizando los cordones sanitarios y las intervenciones selectivas, pero también enfatizar en campañas de compromiso social. Si bien reconoce que el incremento de casos podría implicar un endurecimiento de la cuarentena, sostiene que “no hay peor medida que aquella que la población no esté dispuesta a cumplir; antes de que se decidiera flexibilizar la cuarentena, muchas personas ya habían dejado de cumplirla y eso explica el aumento de casos”.
 
Para Quiroga, es importante la velocidad con la que se tomen las decisiones: “Hay que actuar rápido y sin dudar. Porque mientras más rápido y fuerte se actúe, más rápido se puede controlar la situación y más rápido se podrán autorizar las actividades que no impliquen riesgo de contagio”.
 
Pizzi, en tanto, es optimista: “Vamos a salir adelante. La gente que quiere trabajar ya lo puede hacer siguiendo los protocolos y los cuidados sanitarios. Eso era impensado al inicio de la cuarentena”, apunta, y señala que los buenos resultados de la terapia con plasma de convalecientes y los avances en las vacunas avizoran el final, al menos, de la parte más crítica de esta pandemia.
 
Un termómetro para medir la transmisión
 
El tiempo de duplicación de casos pasó de 41,7 días a fines de junio a 14,9 días esta última semana. El experto en bioinformática Rodrigo Quiroga aclara que, para tener una idea más precisa de la velocidad de crecimiento de los casos, es mejor fijar un corte en los últimos 14 días. Ya que la curva comenzó a aumentar en forma sostenida, sin bajar. Si se tienen en cuenta las últimas dos semanas, el tiempo de duplicación es de 6,1 días, aclaró Quiroga.
 
La Provincia sumó 45 respiradores
 
 

 

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