El presidente del Concejo Deliberante de Quilino, Martín Luna, amagó hace dos semanas a renunciar a su cargo luego de marcar fuertes diferencias con la intendenta Mabel Godoy, confiaron desde el entorno del edil peronista a Mira El Norte. 

 

Aparentemente, el también presidente del PJ de Quilino estaría dolido porque en este año y medio de gobierno no fue consultado en ninguna oportunidad por Godoy, que hasta la fecha le cuesta demasiado encontrar un perfil a su gestión y afianzarse como líder. 

 

“Estaba muy afligido, quería renunciar y con el equipo lo contuvimos para que no baje los brazos”, expresó a Mirá El Norte un colaborador del espacio peronista.

 

Desde el círculo estrecho de Luna consideran que hubo situaciones que el equipo de gestión no supo resolver y provocaron un desgaste en la imagen de la Intendenta.

 

“Nosotros sabemos que la que gobierna es ella pero algunas cosas puede consultarnos, en este tiempo hubo acontecimientos en los que la imagen de la Intendenta quedó golpeada y nadie supo cómo resolverlos y defenderla, esta semana la UCR nos ganó la pulseada con la Copa de Leche y puede ser que desde nuestro bloque no surgió un proyecto alternativo”, confió además este colaborador. 

 

La relación que viene fisurada desde los días posteriores a las elecciones que ganaron en abril del año 2019, se irritó aún más con el coqueteo político que muestra la Intendenta y sus funcionarios cercanos con la gestión de Martín Gill, hoy a cargo de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno Nacional.

 

“Una cosa es gestionar obras de infraestructura para el progreso de la localidad y otra muy distinta es marearse con fotos y olvidarse de dónde venimos, están viajando todas las semanas a Villa María supuestamente a capacitarse, no nos tenemos que olvidar que nosotros estamos dentro del proyecto provincial del Gobernador Juan Scharetti”, agregó esté afiliado que analiza los movimientos políticos de la gestión de cerca. 

 

Así mismo, sostienen que no se trata de un pase de Mabel al kirchnerismo, sino que lo atribuyen a la propia impericia de la mandataria para moverse en el ambiente político. 

 

A pesar de que entre los dos espacios políticos sólo existe un limitado diálogo institucional, lo más preocupante es el análisis del futuro político del proyecto por el descontento que hay en la comunidad sobre la gestión. 

 

“En la sociedad se ha instalado que está todo mal y no es así, pero si no pegamos el volantazo a tiempo nos vamos a estrellar con el paredón hacia nos dirigimos, por ahora no hay una oposición fuerte pero todo puede cambiar de un tiempo a otro, nos preocupa que la Intendenta está muy sola, asesorada por gente que no tiene experiencia y que no tenga una mesa política con donde se analicen estos temas, hoy la única apuesta fuerte  de este gobierno es que lleguen las obras kirchneristas para salvarse y es penoso”, completó este cooperador peronista de pura cepa, añadiendo que aún existe tiempo para sentarse a dialogar de dejar de lado la soberbia.