El trabajo territorial que viene realizando en las periferias de Deán Funes la Diputada Nacional del PRO, Adriana Ruarte, despierta preocupación en diferentes espacios políticos que aspiran el sillón del Palacio 9 de Marzo en el año 2023.

 

Sus apariciones en determinados eventos institucionales han generado emociones poco felices e incomodidad, sobre todo en las personas que la observan con mucha atención sentada en la primera fila de autoridades. 

 

Aunque no encabeza las opciones preferenciales, su nombre es alternativa en la compilación de candidatos hasta para una eventual postulación a Legisladora del Departamento Ischilín. 

 

Los análisis políticos que se desencadenan en cualquier entorno, concluyen que en las elecciones próximas no habrá un gran ganador y la sitúan en algún lugar del escenario, ahí, donde ella quiere estar, aunque no lo manifieste públicamente.