Mabel Godoy metió el dedo en la grieta.

Fue en el discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante de su pueblo.

Política y Sociedad 23/03/2021

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En la sesión protocolar de apertura de sesiones del Concejo Deliberante de Quilino, se puede aseverar que la Intendenta Mabel Godoy metió una vez más el dedo en la grieta.
 
Como en una especie de banquillo de los acusados que preparó especialmente para la ocasión, la mandataria municipal sentó una vez al concejal y ex intendente radical Ariel Rivero y le comparó durante casi una hora los números negativos con los que entregó su mando (2015 - 2019).
 
Durante lapidario alegato la única fotografía que mostró el edil al poco público que asistió y al que miraba el acto por las redes sociales, fue permanecer con la cabeza gacha y  la mirada siguiendo atentamente el discurso de la jefa del Palacio municipal. 
 
En esa acción exánime lo único que atinó hacer de vez en cuando fue una expresión corporal para decir que no, como si  desaprobara las constantes embestidas que según Mabel Godoy fueron el resultado de un diagnóstico técnico.
 
Allegados al poder oficialista y opositor de la localidad, midieron con ademanes como quedó el diámetro de la grieta que separa ambos espacios políticos luego del discurso de la Intendenta. 
 
“Si la grieta tenía 20 centímetros ahora debe tener 100”, indicó uno de ellos sobre el contexto político y social en el que transitará la sociedad en los próximos días. 
 
Es que aún están frescos los últimos dos golpes bajos orquestados desde la oposición, que no hicieron tambalear a la gestión de la candidata del gobernador Schiaretti pero sí irritaron en excedencia. 
 
La réplica a esa arremetida que planeó Godoy para este nuevo discurso fue semejante a la del año 2020, donde también metió el dedo en la grieta y les mostró lo que más le duele al radicalismo de Quilino, que no supieron gobernar.

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