El valor de venta de la nafta y del gasoil se contuvo artificialmente luego de las Paso para evitar una disparada mayor de la inflación impulsada por la fuerte devaluación de ese mes.

 

Igualmente, en este intervalo, el precio se incrementó cerca de un 9 por ciento, desdoblado en dos oportunidades: una vez en septiembre (4%) y otra el 1º de noviembre, luego de las elecciones generales (5%). “Con el objetivo de amortiguar el impacto luego del congelamiento”, argumentó la Secretaría de Energía de la Nación.

 

Igualmente, por la fuerte disparada del dólar (pasó de 47 a 60 pesos) el valor de venta de los combustibles todavía acumula un retraso del 15 por ciento, calcula Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina (Cecha).

 

“Desde el primer minuto del jueves 14, los combustibles subirían entre un 5 y un 6 por ciento”, dijo el representante de los estacioneros. “Hay negociaciones entre las petroleras y el Gobierno nacional para ajustar algo del retraso cuando ese día se venza el decreto y se libere el precio”, agregó.

 

Pero hay más: del 10 por ciento que quedará pendiente por el impacto de la devaluación, una parte se podría aplicar desde el 1º de diciembre. Fuentes del sector petrolero calculan que, al menos, se aplicará un cinco por ciento más, pero podría ser más (7%).

 

 

Hay que tener en cuenta que además del dólar, hay un importante retraso en la aplicación de los componentes tributarios.

 

Esos impuestos se ajustan de forma trimestral siguiendo el avance de los precios minoristas; el de junio ya se completó, pero falta casi la totalidad del correspondiente a septiembre, que se postergó en medio del congelamiento.

 

Además, en diciembre, ya se debería aplicar el siguiente.

 

El litro de nafta súper en las estaciones YPF que ahora se vende en Córdoba a 52,94 pesos, con el ajuste (5%), se iría a 55,58.

 

El valor de la nafta premium pasaría de 59,09 a 62 pesos.