Casi todas las ciudades del norte de Córdoba tienen entre sus habitantes a personas que residen en ellas y que trabajan en las zonas de contagio de coronavirus por conglomerado (Córdoba Capital, Alta Gracia y Río Cuarto). 

 

Ahora se suman Mendiolaza, Villa Allende, Saldán, La Calera y el cuadrante noroeste de la ciudad de Córdoba que este sábado por la tarde fue declarado por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) central de la Provincia en alerta epidemiológica por la cantidad de casos positivos registrados.

 

Si bien algunas ciudades instalaron controles sanitarios fijos en los ingresos principales y en otras se centralizaron los chequeos en Hospitales locales o regionales, hasta ahora no se han informado medidas para detectar esos trabajadores que ingresan y egresan a diario y que toman contactos con sus familiares y la sociedad. 

 

En una reunión del Comité de Crisis de la ciudad de Deán Funes, este tema fue una de las preocupaciones que se abordó entre las instituciones que lo componen pero aún continúa en análisis. 

 

En Quilino, Tulumba y San Francisco del Chañar que son localidades más pequeñas y más fáciles de controlar funcionan de manera permanente puestos de controles sanitarios en los ingresos centrales a cada localidad. 

 

“Estamos siendo muy estrictos con la circulación de personas, con el COEM instalamos un control sanitario en la Avenida Argentina con personal médico, policías e inspectores de tránsito para tener una estadística de todo el movimiento de nuestro pueblo. Nosotros tenemos personas que trabajan en las zonas de contagio de coronavirus por conglomerados pero son los que más se resguardan”, expresó al respecto Mabel Godoy, intendenta de Quilino. 

 

En Lucio V. Masilla se dispuso por directiva del Centro de Operaciones de Emergencia Regional un puesto de control sanitario y vehicular más estricto, que tiene objetivo principal evitar el flujo de turistas en Semana Santa.