Minutos antes de las ocho de este martes, fue encontrado el cuerpo de la mujer de 45 años que el lunes había sido arrastrada por la creciente en el río La Suela, a la altura del kilómetro 81 de la ruta provincia 14. Según explicaron desde la Policía a La Nueva Mañana, el hallazgo se produjo 150 metros río abajo de donde se la había visto por última vez.

 

El comisario Andrés Brunori precisó que en el operativo participaron unos 60 efectivos de la División Bomberos de la Policía de Córdoba, del DUAR y de diversas dotaciones de Bomberos de la Provincia.

 

La tarea se abordó en grupos a nivel cauce, trabajo subacuático y márgenes, "para abarcar todas las zonas del río", según explicó Brunori.

 

La mujer estaba "sumergida en una zona pedregosa, en un socavón", indicó.

 

En la víspera, una creciente repentina la había arrastrado cuando se encontraba junto a su pareja a orillas del río, en esta zona cercana a Copina en las Altas Cumbres.

 

Ante la crecida de los ríos serranos

 

La Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Catástrofes y Protección Civil de la Provincia difundió una serie de recomendaciones a partir del aumento del caudal de ríos serranos por las crecidas derivadas de las intensas lluvias en las diferentes cuencas.

 

Para reconocer cuándo se aproxima la crecida de un río, hay que observar si hay nubarrones en las zonas altas: puede ser un indicio de que está lloviendo en las cercanías.

 

Si el agua cambia de aspecto –pasa de ser cristalina a oscura– traslada objetos como ramas y palos, entre otros, o de a poco tapa piedras que antes estaban visibles, todo indica que está llegando el pico de una creciente.

 

El nacimiento de los ríos serranos se produce en las partes altas de las montañas. Esto significa que si bien en las zonas donde se encuentra el grueso de los balnearios o paradores el día puede estar soleado y agradable, en las cuencas altas es posible que esté lloviendo. Por eso es importante estar atento a los medios que brindan información inmediata sobre alertas meteorológicas por tormentas severas.

 

En caso de presentarse una tormenta repentina, hay que alejarse del agua y de los márgenes, ya que de forma rápida e imprevista el río puede crecer a causa de la lluvia caída o por la apertura de válvulas de diques y embalses.

 

Además, no se deben cruzar vados o puentes tapados por la correntada del agua, aunque parezca que puedan atravesarse sin peligro.