Axel tiene 18 años y Francisco 17,  juntos comenzaron a practicar estas destrezas en diferentes espacios urbanos de la ciudad. El tiempo y la curiosidad que despertó estas nuevas disciplinas extremas en otros jóvenes, hizo que el grupo se agrande un poco más. 

 

Sin instructores y desafiando todos los límites de riesgo, el escenario principal para ensayar Parkour y BMX (bicycle motocross extreme), son las rampas ubicadas en el área peatonal del estadio cubierto municipal “Alberto Sanzano”, y otros espacios que les permiten tener movilidad suficiente para ejercitar estas disciplinas extremas.

 

Para Axel que cursa el 7mo año del colegio secundario, es un cable a tierra con el que ejercita su cuerpo, en cambio, para Francisco que retomó sus estudios en un colegio nocturno, es un momento de esparcimiento y diversión.

 

La práctica del Parkour, proviene de un entrenamiento que se usaba en bomberos franceses en tiempos que no había tanta tecnología para llegar a lugares sin necesidad de ayuda externa. El BMX, es un deporte extremo que debe ser practicado con la debida seguridad y en lugares especialmente adaptados. 

 

Causa sorpresa oír hablar de Parkour y BMX en una sociedad que respira otras actividades, pero según los expertos algunos lo tienen innato y cualquier persona lo puede practicar.