Según publica el diario italiano "Il Messaggero", Francisco fue sometido al análisis de manera preventiva, luego de que el domingo pasado iniciara una suspensión de actividades a raíz del malestar que en principio se trataría de un resfrío.

 

Sin embargo, la falta de comunicados oficiales despertó todo tipo de especulaciones en torno al estado de salud del sumo pontífice.

 

La versión circuló este martes, cuando las cifras de afectados por coronavirus arrojan más de 50 muertos en Italia y más de 2.800 decesos en todo el mundo.

 

Pañuelo en mano

 

El Papa apareció en la audiencia del pasado miércoles ya algo resfriado y, por la tarde, celebró la misa para la imposición de la ceniza y la tradicional procesión desde la basílica de Santa Sabina a la Iglesia romana de San Anselmo, en la colina romana del Aventino.

 

Pero al día siguiente optó por permanecer en su Residencia de Santa Marta, en lugar de acudir a la liturgia penitencial con el clero de Roma en la basílica de San Juan de Letrán.

 

El viernes y el sábado, Francisco celebró la misa matutina en Santa Marta, pero canceló sus audiencias privadas previstas con participantes en un congreso en el Vaticano y miembros de los Legionarios de Cristo, entre otros.